Reseña de temblor de Maggie Stiefvater

Cuando el amor te hace temblar en otoño
es mejor que el invierno no llegue nunca:
las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.

Hace años Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó.

Desde entonces todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan.
Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, “su lobo”.

Pero este año, Grace deseará que el invierno no llegue
y que el otoño dure para siempre. Ha conocido a un chico,
se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos.
Son de un extraño color amarillo.

Una novela romántica, triste, apasionante, divertida… todo lo puedes encontrar en TEMBLOR.

Temblor de Maggie Stiefvater.

El diseño del libro, tanto exterior como interior, es precioso. En la portada vemos al lobo como escondiéndose y sus ojos amarillos y el ramaje en relieve. Y si os fijáis podréis apreciar gotas de lluvia y copos de nieve por detrás, y la letra O con la manchita de sangre. En las solapas sigue el ramaje y en la de atrás vemos a un hombre con los ojos amarillos que significa algo para la historia, igual que el lobo en la portada. Y en la contraportada continua el ramaje, con las gotas de lluvia y copos de nieve aunque se puede apreciar las raíces. Los capítulos de Sam están enmarcados por unos árboles sin hojas y los de Grace por hojas.

Los capítulos son cortos, lo que hace que sea una lectura más llevadera y más suave, y están contados en primera persona por Sam y por Grace.

El libro comienza contando la historia de cuando los lobos arrancaron a Grace del columpio y cuando Sam la salvo. También cuenta que desde ese momento, lobo y chica se observan desde el bosque y desde el columpio, respectivamente. Y también cuando Sam intenta hablar con ella en la librería. Estos capítulos… son importantes para la historia y van a significar mucho sobre todo para la historia de amor que se va a desenvolver entre los dos.

Grace está obsesionada con los licántropos, una obsesión que se parece a estar enamorada y es así.

La historia de amor se hace un poco empalagosa ya que ellos dos siempre están juntos después de lo que le pasa a Sam; no discuten, solo tienen una discusión en todo el libro… eso lo hace algo empalagoso, pero si lo miramos por otra parte, ninguno quiere discutir ya que han deseado estar juntos desde que se conocieron y ahora tienen que aprovechar el tiempo al máximo antes de que llegue el invierno.

Grace está obsesionada con los licántropos, una obsesión que se parece a estar enamorada y es así. Los padres de Grace no le hacen ni caso y esto va ha hacer que Grace tenga que cuidarse por sí misma casi toda su vida, parece que ni existe, que fue un error… Esto también va a significar que los dos puedan estar juntos cuando les apetezca. SIEMPRE.

Sam, a lo largo de la historia, va escribiendo canciones sobre sus sentimientos (casi todas para Grace y de Grace) y a lo largo de la historia Sam va ir contando experiencias de su vida como lobo.

También nos hace ver que un pequeño acto (cruel, en este caso) puede cambiar todo lo que Sam y Grace conocen, para bien o para mal.

Me gusto, me encantó, me hizo soltar unas lágrimas, me hizo leer 100 o más páginas sin detenerme. Te engancha hasta el final y te deja con ganas de más y habrá más en el próximo libro, que estoy deseando que salga en España, pero aún no salió ni en USA.

Y este libro también me hizo recordar un poquito a Crepúsculo en algunos aspectos. Ya que los dos tienen ese amor algo empalagoso, cuando corren riesgos por estar juntos, pero esto casi se ve en todos los libros románticos paranormales.

Algunas líneas del libro (románticas):

Por Sam:

Yo no pertenecía a su mundo. Estaba empantanado entre dos vidas, llevaba conmigo todos los peligros de los lobos. Sin embargo, cuando la oí pronunciar mi nombre, cuando la oí llamarme para que fuera con ella, supe que haría cualquier cosa con tal de estar a su lado.

Por Grace:

- ¿Te gusta?

- Me has traído engañada.

Otro paso mío hacia delante; otro suyo hacía atrás. Su sonrisa se ensanchó.

- ¿Te gusta o no?

- Sabías muy bien que no íbamos

a encontrar a nadie.

Los dientes le centellearon entre los labios.

- ¿Te gusta?

Le estampé las manos en el pecho.

- Sabes que sí. Sabías que me encantaría.

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